Traducción de Google: Nota de Ville Hietanen (Jerome) de ProphecyFilm.com y Against-All-Heresies-And-Errors.blogspot.com: En la actualidad, yo (pero no mi hermano del correo "professionfilm12") he actualizado muchos de mis cree estar más en línea con el Vaticano II y ya no me adhiero a la posición de que el Vaticano II o los protestantes, musulmanes, budistas o varios grupos y pueblos tradicionalistas, etc. o las diversas enseñanzas, santos y adherentes al Vaticano II (y otros canonizados por el Vaticano II) como Santa Madre Teresa o San Papa Juan Pablo II, etc., fue herético o condenado o no católico (o no el Papa) - o que son indignos de este título. También he abrazado las opiniones sexuales sobre el matrimonio del Vaticano II y ya no me adhiero a las interpretaciones estrictas expresadas en este sitio web y en mis otros sitios web. Para leer más de mis puntos de vista, vea estos artículos: Algunas correcciones: Por qué ya no condeno a otros ni los juzgo como malvados que hice antes. Por qué ya no rechazo al Vaticano II y a los sacerdotes católicos tradicionales ni a recibir sacramentos de ellos (sobre el bautismo de deseo, el bautismo de sangre, la planificación familiar natural, Una Cum, etc.) Preguntas y respuestas: ¿La condenación y los tormentos eternos para nuestros hijos y seres queridos es "verdad" y "buena", pero la salvación para todos es "maldad" y una "herejía"?

El Palmar de Troya Secta, Iglesia, Historia, Creencias, Papa Clemente Domínguez y Gómez

Este artículo contiene contenido usado de autores Hno. Pedro Dimond y Hno. Miguel Dimond de Monasterio de la Sagrada Familia

La Iglesia “Católica” Palmariana (oficialmente Iglesia “Cristiana” Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz) es una escisión herética que nombra a sus propios papas, obispos y sacerdotes. Los “papas” del Palmar por lo tanto son antipapas (no verdaderos Papas), y esta organización es un culto y secta.

Hablando sobre los herejes y cismáticos similares, los “Viejos Católicos”, Pío IX nos dice:

Papa Pío IX, Graves ac diuturnae, # 4, 23 de marzo de 1875: “Ellos [los fieles] deben rehuir totalmente sus celebraciones religiosas, sus edificios y sus cátedras de pestilencia que ellos han impunemente establecido para difundir las enseñanzas sagradas. Deben evitar sus escritos y todo contacto con ellos. No deben tener trato o reunión alguna con los sacerdotes usurpadores y apóstatas de la fe que osan ejercer los deberes de un ministro eclesiástico sin poseer ninguna misión legítima ni jurisdicción”.

Papa Pío IX, Graves ac diuturnae, #s 1-4, 23 de marzo de 1875: “…los nuevos herejes (…) estos cismáticos y herejes (…) su secta malvada (…) estos hijos de las tinieblas (…) su facción malvada (…) esta secta deplorable (…) Esta secta derroca los fundamentos de la religión católica (…) y se dedica de varias maneras a la ruina de las almas. Decretamos y declaramos en Nuestra carta del 21 de noviembre de 1873, que esos hombres desgraciados que pertenecen, adhieren, y apoyan esa secta deben ser considerados cismáticos y separados de la comunión con la Iglesia”.

Obviamente, si hay que “rehuir totalmente” sus celebraciones religiosas y sus edificios, entonces no se puede asistir a los servicios, funerales o matrimonios no católicos por ningún motivo, ni mucho menos para apaciguar a los amigos, parientes o compañeros de trabajo y darles a los no católicos la falsa impresión de que por sus vidas no católicas ellos pueden conseguir la salvación o que los matrimonios no católicos son agradables a Dios.

Papa Pío XI, Mortalium animos, # 9, 6 de enero de 1928: “Nadie, ciertamente, ignora que San Juan, el Apóstol mismo de la caridad, el cual en su Evangelio parece descubrirnos los secretos del Corazón Santísimo de Jesús, y que solía inculcar continuamente a sus discípulos el nuevo precepto Amaos unos a los otros, prohibió absolutamente todo trato y comunicación con aquellos que no profesasen, íntegra y pura, la doctrina de Jesucristo: ‘Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no le recibáis en casa, y ni siquiera le saludéis’ (II Juan 10)”.

Historia y Creencias de la Iglesia del Palmar de Troya

Fundada por Clemente Domínguez Gómez en el Palmar de Troya, a 40 km de Sevilla, en 1975. Según su evangelio, fue fundada por Jesucristo el 16 de Julio del año 31 d.C. Su núcleo se denomina "Orden de los Carmelitas de la Sta. Faz en compañía de Jesús y María". Está escindida en dos ramas, la del fundador y la de la Cruz Blanca.

Sus creencias y doctrina en general son las mismas que las de la Iglesia Católica hasta el Vaticano II. Creen en la Santa Iglesia como "Una, Santa, Católica, Apostólica y Palmariana."

Admiten los siete sacramentos de la Iglesia Católica, pero con diferencias esenciales, como el recibir la Gota de Sangre de María en el Bautismo, por tanto, la Gracia Santificante. La misma "Gota de María" se pierde con el pecado y se recupera con la confesión. Creen que en la Sagrada Eucaristía se hallan real y verdaderamente presentes Cristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad y María en Cuerpo, Sangre y Alma. Ambas presencias desaparecen al llegar la Sagrada Hostia a la garganta del comulgante.

Aparte de la misas solemnes, las ordinarias son muy cortas; ofertorio, plegaria eucarística con la consagración y comunión. Cada presbítero y obispo celebran diariamente hasta 20 misas.

Ha restablecido para siempre el rito tridentino de la misa.

El juicio particular tiene lugar entre la muerte clínica y la muerte real -unos minutos-. Consta de la predicación engañosa de Satanás, la predicación de la Divina María, la aceptación o rechazo de la salvación por el juzgado y la sentencia de Cristo. Tras la sentencia viene la muerte real. El alma va a su destino eterno: el Cielo o el Infierno. También creen en el Purgatorio y el Limbo, aunque con algunas particularidades.

El "Señor" le manifestó al fundador en 1970 que pronto vendría en su segunda venida, que primero se manifestaría el anticristo; Satanás en un cuerpo humano. Tras la gloriosa venida de Cristo y de su Divina Madre, resucitarán todos, tendrá lugar el juicio universal y se establecerá "El reino mesiánico en la tierra purificada y restaurada", que durará unos 1000 años, al final del cual Dios seguirá creando cosas inimaginables por eternidad de eternidades.

Su jerarquía es en primer lugar el "Papa"; Gregorio XVII su fundador, obispos, presbíteros y diáconos. Consideran a la Iglesia romana apóstata desde el 6.8.1978 (muerte de Pablo VI), considerándola una secta herética y cismática así como a las demás iglesias "cristianas".

Prohiben bajo pena de excomunión a todos los adeptos fieles, religiosos y religiosas, sacerdotes, obispos, entrar en cualquier templo, iglesia, capilla, oratorio, ermita, santuario, monasterio, abadía, lugar de apariciones, cementerios no civiles (excepto para visitar las tumbas de los palmarianos fallecidos), ni siquiera para admirar sus artes, ya que estos lugares se han convertido en la casa de Satanás. Así como participar o estar presentes en las procesiones, romerías, entierros y velatorios de personas no palmarianas. Tampoco el asistir a los actos sociales en los que se festejen bautizos, primeras comuniones, matrimonios celebrados en la Iglesia Vaticano II y demás sectas heréticas y cismáticas, así como las felicitaciones, regalos y cualquier colaboración en los preparativos propios de estos actos.

Un decreto de 1985 dicta que hombres y mujeres deben vestir con rigor total; mangas hasta la muñeca, camisa abrochada, ropa ni ceñida ni transparente. Los hombres siempre pantalón largo, las mujeres siempre con medias.

Prohiben ir a la playa o las piscinas, ni siquiera bajo prescripción médica.

Se distribuyen en cenáculos establecidos en España, USA, Canadá, Méjico, Argentina, Costa Rica, Irlanda, Martinica, Perú, Venezuela, Alemania, Gran Bretaña, Malta, Nigeria, Asia, Oceanía.

Su sede central se halla en el Palmar de Troya. Un buen número de monjas acuden cada mañana al Palmar para participar en el culto y atender a la limpieza.

La Iglesia Palmariana, Breve explicación e introducción

Sitio web informativo publicado por obispos de la Iglesia Católica Palmariana independientes del grupo en Palmar de Troya, diciembre de 2012 (información desde el blog de Iglesia Palmariana): “A través de los mensajes en El Palmar, el Cielo reveló que la Iglesia de Roma había sido infiltrada por enemigos que fueron identificados como marxistas y Francmasones y cuyo objetivo era reemplazar al verdadero culto católico por el culto del Nuevo Orden. Ellos habían subido hasta las posiciones más altas de la Iglesia, asegurando que la toma de la Iglesia fuese completa cuando moría el Papa Pablo VI, para que uno de ellos pudiera ponerse en la Silla de Pedro [a propósito, Pablo VI no fue un verdadero Papa, sino un antipapa]. La profecía de Nuestra Señora en La Salette (1846) se cumplió: "Roma caerá y se convertirá en la Sede de Anticristo."

“Los enemigos introdujeron cambios devastadores en la Iglesia. En la enseñanza de la doctrina, se disimularon muchas verdades indiscutibles de la fe o se las negaron, como el misterio de la Santísima Trinidad, la Divinidad de Cristo, la existencia de los ángeles—y, notablemente, la existencia de Satanás y otros espíritus malos, así como la existencia del infierno. El pecado original fue negado, haciendo, por tanto, innecesaria la redención. El concepto del pecado no fue enseñado, o se le redujo a las ofensas sociales en lugar de ofensas contra Dios. Se negó la inmortalidad del alma, asimismo la existencia de Purgatorio, quedando superfluas las oraciones para los difuntos.

“Se mantenía que el Bautismo es meramente una señal externa de la incorporación al Pueblo de Dios, en oposición a la enseñanza tradicional que el Bautismo es para la remisión del pecado original. La Confirmación ya no fue considerada importante y se administró con cada vez menos frecuencia. La Confesión desapareció prácticamente, ya que las personas perdieron la conciencia del pecado. La Transubstanciación y la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía fueron puestas en duda o se negaron como meramente simbólico. La Comunión se administró en la mano – un sacrilegio. La lista puede seguir.

“La Misa del Nuevo Orden que elimina el concepto de la Misa como Sacrificio reemplazó el gran Sacrificio del Calvario que se renovaba cada día en la Misa Tridentina Latina tradicional. El altar se convirtió en una mesa parecido a los servicios religiosos protestantes, y el sacerdote estaba de pie con su espalda al Sacramento. Muchos no-católicos e incrédulos colaboraron en compilar la Misa del Nuevo Orden, llamada Novus Ordo Missae. Esta Misa había de estar en conformidad con la nueva sociedad que se iba preparando bajo el nombre de NUEVO ORDEN MUNDIAL.

“El plan para esta Nueva Sociedad es basado en el concepto de la Hermandad de todo las Religiones Mundiales, para ser representado por el Papa nominal de Roma, Juan Pablo II, el falso vicario de Cristo. Los pueblos del mundo han de ser encaminados hacia la venida del Anticristo en fases preeliminares empezando con el culto al hombre y el culto a dioses falsos. ¡Ahora podrá entender mejor la razón por acontecimientos públicos como los de Asís!

En palabras simples, la Sinagoga de Satanás tragó la Iglesia de Roma, y la verdadera Iglesia de Cristo tenía que huir al desierto. ¡Esto es por qué la Iglesia ya no es más Romana!”

La Verdad de lo que Realmente Ocurrió a la Iglesia Católica Después del Vaticano II

Clemente Domínguez y Gómez

Clemente Domínguez Gómez (Écija, Sevilla, 23 de abril de 1946 - El Palmar de Troya, 22 de marzo de 2005) fue el fundador de la iglesia herética "Iglesia Palmariana".

La crisis del Palmar de Troya: ¿el fin del Papa Manolo?

Reportaje publicado en 23 de marzo, 2010 a las 10:12 AM, por Luis Santamaría

"Según explica estos días en un reportaje la agencia Efe, los “religiosos” del Palmar de Troya están en declive 5 años después de la muerte de su “Papa”. De hecho, ya en 2003 vendieron todas sus propiedades en Sevilla. Reproducimos la información.

"La Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, con sede en El Palmar de Troya, en Utrera (Sevilla), continúa con su declive de fieles y de captación de fondos cinco años después de la muerte de Clemente Domínguez Gómez, el autoproclamado papa Gregorio XVII. Los habitantes de la entidad local autónoma de El Palmar, sus políticos y especialistas en esta “orden religiosa” han subrayado a Efe que antes de la muerte del líder religioso, conocido popularmente como papa Clemente y de la que se cumplen cinco años, ya comenzó la crisis económica, que se ha acentuado en los últimos años.

"Tanto es así que el periodista Manuel Molina, autor del libro Los secretos del Palmar de Troya. Historia de una herejía, ha vaticinado que la secta “tiene que desaparecer, lógicamente”. Molina ha expresado su preocupación por cómo ocurrirá ese proceso porque conoce a algunos de ellos y no tienen “oficio ni beneficio, lo único que pueden hacer es estar allí”, dice en referencia a la iglesia del Palmar. La orden religiosa, rechazada por la Iglesia católica, tiene su origen en la supuesta aparición en 1968 de la [“]Virgen[”] a cuatro niñas en un lentisco de la finca La Alcaparrosa, en la que llegaron a congregarse dos años después hasta 40.000 personas para ver al [“]papa[”] Clemente entrar en trance.

"De profesión contable antes de ser [“]Papa[”], Clemente canonizó a Franco o Colón, entre otros, y basó su éxito en que acogió a los descontentos por las decisiones adoptadas en el Concilio Vaticano II que rompieron con algunas de las tradiciones de la Iglesia, según la interpretación de Manuel Molina.

"En febrero de 2003, los religiosos del Palmar vendieron sus últimas propiedades de Sevilla, donde llegaron a tener entre 2.500 y 3.000 metros cuadrados de suelo en pleno centro de la ciudad, según Molina, quien asegura que desde entonces han vivido del dinero obtenido con las ventas de esos inmuebles. Ahora sólo les queda la finca del Palmar donde tienen levantada una iglesia aún inconclusa, cuyas características principales son las ocho torres y la “inmensa basílica”, cuyo único valor sería, en un futuro, que alguien decidiera hacer un museo de la secta, subraya el periodista.

"La iglesia está rodeada de un muro de hormigón de unos cinco metros de altura y todos los días abre desde las 17.00 a las 18.30 horas, aunque para entrar es necesario no vestir vaqueros, llevar cubiertos los brazos y, en caso de los hombres, tener abrochado hasta el último botón de la camisa, mientras que las mujeres deben llevar un velo en la cabeza. En las inmediaciones de la puerta de acceso al recinto y al aire libre hay un altar con una cruz coronada con una fotografía del [anti]papa Benedicto XVI[1], donde cada tarde se dan cita varias mujeres para rezar el rosario. Una de estas mujeres, Florencia Chicano, insiste en que ellos representan a la verdadera Iglesia[2] y que los del Palmar son “un cisma”.

"El teniente de alcalde del Palmar, Manuel Valle, reconoce que desde la muerte del [“]papa[”] Clemente, al que sustituyó Manuel Alonso, ha descendido el número de personas que van a la iglesia palmariana y ha subrayado las “buenas relaciones” que mantiene con ellos. Así, ha enfatizado que en un principio habilitaron un colegio antiguo como centro de salud, que las obras de la iglesia emplearon a unas 40 familias y que los visitantes hacían gastos en los comercios del pueblo, que llegó a tener 4.000 habitantes, cuando ahora tiene 2.500.

"Tras la venta en 2003 de sus inmuebles en Sevilla, se empadronaron en El Palmar unas 150 nuevas personas pertenecientes a la secta, que son “unos vecinos más”, según el teniente de alcalde, aunque con particularidades, como que no pueden hablar con personas que vistan vaqueros, han precisado varios vecinos. El teniente de alcalde afirma que desde el pueblo han sido “espectadores de lujo” de los escándalos que se publicaron sobre los religiosos del Palmar, como que uno se castró para evitar tentaciones carnales o relaciones sexuales entre los curas."

[1], [2] La Gran Apostasía y una Falsa Iglesia Predichas en el Nuevo Testamento y en la Profecía Católica


Juan Pablo II durante una oración sincretista reunido con varios falsos líderes religiosos en Asís en 1989. Esta actividad “ecuménica” siempre fue condenada por la Iglesia católica, y recalcada específicamente por el Papa Pío XI en 1928 como un rechazo completo de la fe católica. Esta es una revolución contra la fe – un nuevo evangelio. ¿Qué está pasando aquí? En este libro encontrará la respuesta.

Lucas 18, 8: “Pero cuando viniere el Hijo del hombre, ¿os parece que hallará fe sobre la tierra?”

En el Evangelio, nuestro Señor Jesucristo nos profetizó que en los últimos días la verdadera fe se habrá casi extinguido en el mundo. Él nos dice que en el mismo “lugar santo”, justamente ahí, se instalará la “abominación de las desolación” (Mt. 24, 15), y habrá un engaño tan encubierto, que si fuera posible, hasta los escogidos serán engañados (Mt. 24, 24).

Mateo 24, 15: “Cuando viereis, pues, la abominación de la desolación, predicha por el profeta Daniel, en el lugar santo, el que leyere entienda”.

Mateo 24, 24-25: “Porque se levantarán falsos mesías y falsos profetas, y obrarán grandes señales y prodigios para inducir a error, si posible fuera, aun a los mismos elegidos. Mirad que os lo digo de antemano”.

2 Tes. 2, 3-5: “Que nadie en modo alguno os engañe, porque antes ha de venir la apostasía y ha de manifestarse el hombre del pecado, el hijo de la perdición, que se opone y se alza contra todo lo que se dice Dios o es adorado, hasta sentarse en el templo de Dios y proclamarse Dios a sí mismo. ¿No recordáis que estando entre vosotros ya os decía esto?”.

En 1903, el Papa San Pío X pensó que tal vez él ya estaba presenciando los principios del mal que habrá de ocurrir en los últimos días.

Papa San Pío X, E supremi, # 5, 4 de octubre de 1903: “Hay buenas razones para temer que esta gran perversidad puede ser como si fuera un anticipo, y tal vez el comienzo de los males que están reservados para los últimos días; y que ya habita en este mundo el ‘hijo de perdición’ (2 Tes. 2, 3) de quien habla el Apóstol”[1].

El Nuevo Testamento nos dice que este engaño ocurrirá en el corazón de las estructuras físicas de la Iglesia, en “el templo de Dios” (2 Tes. 2, 4) y “en el lugar santo” (Mt. 24, 15). Así será porque las personas no recibirán el amor a la verdad (2 Tesalonicenses 2, 10).

En 2 Tesalonicenses 2, San Pablo nos dice que los últimos días se caracterizarán por una gran apostasía, que será la peor de la historia – peor incluso que la ocurrida durante la crisis arriana del siglo IV, en la que apenas se podía encontrar un sacerdote auténticamente católico.

P. William Jurgens: “En un momento de la historia de la Iglesia, sólo unos años antes de la predicación de San Gregorio [Nacianceno] (380 d.C.), quizás el número de obispos católicos en posesión de sus sedes, a diferencia de los obispos arrianos, no era mayor entre el 1% y el 3% del total. Si la doctrina hubiera sido determinada por la mayoría, hoy todos seríamos negadores de Cristo y contrarios al Espíritu”[2].

P. William Jurgens: “En tiempos del emperador Valente (siglo IV), San Basilio fue prácticamente el único obispo ortodoxo en todo Oriente que tuvo éxito en conservar el cargo de su diócesis… Si ello no tuviere otra importancia para el hombre moderno, un conocimiento de la historia del arrianismo debería mostrarle, por lo menos, que la Iglesia católica no toma en cuenta la popularidad y el número para determinar y conservar la doctrina: de otro modo, ya hubiéramos abandonado a Basilio, Hilario, Atanasio, Liberio y Osio y nos llamaríamos arrianos”[3].

San Gregorio Nacianceno (+380), Contra los arrianos: “¿Dónde están los que nos insultan por nuestra pobreza y se enorgullecen de sus riquezas? ¿Esos que definen a la Iglesia por los números y desprecian al rebaño pequeño?”[4].

Si la crisis arriana ― sólo un preludio de la Gran Apostasía ― fue tan extensa, ¿cuánto más extensa será la Gran Apostasía predicha por nuestro Señor y San Pablo?

Profecía de San Nicolás de Flüe (1417-1487): “La Iglesia será castigada porque la mayoría de sus miembros, superiores e inferiores, se pervertirán sobremanera. La Iglesia se hundirá más y más, hasta que ella, finalmente, parecerá haberse extinguido, y la sucesión de Pedro y de los otros Apóstoles expirado. Pero después de esto, ella será exaltada victoriosamente a la vista de todos los incrédulos”[5].

San Pablo nos dice además que en está apostasía un hombre se sentará en el templo de Dios y se “proclamará Dios a sí mismo”. Más adelante en este libro, demostramos que esto es exactamente lo que ha sucedido, un hombre ha tomado posesión de la Basílica de San Pedro proclamando que él y todos los demás son Dios.

El P. Herman Kramer fue un sacerdote católico que pasó treinta años estudiando y escribiendo un libro sobre el Apocalipsis. En su libro, él escribió lo siguiente acerca de la profecía de San Pablo con respecto al Anticristo sentado en el templo de Dios:

“San Pablo dice que el Anticristo ‘se sentará en el templo de Dios’… Este no es el antiguo templo de Jerusalén, ni un templo construido por el Anticristo, como algunos han creído, puesto que sería su templo… este templo tiene que ser de la Iglesia católica, posiblemente una de las iglesias en Jerusalén o la de San Pedro en Roma, que es la iglesia más grande de todo el mundo y es, en su sentido pleno, ‘el templo de Dios’”[6].

Nótese que el P. Kramer dice que ‘el templo de Dios’ se refiere probablemente a la Basílica de San Pedro en Roma.

Papa Pío XI, Quinguagesimo ante, # 30, 23 de diciembre de 1929: “… tal fue la cantidad de personas que vinieron a la Basílica de San Pedro para la indulgencia del jubileo que, probable, Nos nunca habíamos visto el gran templo tan lleno de gente”[7].

La Enciclopedia Católica, en su artículo acerca del “Anticristo” nos dice que San Bernardo creía que el Anticristo sería un antipapa:

“… San Bernardo habla en el pasaje del antipapa [como la Bestia del Apocalipsis]”[8].

Beato Joaquín (muerte 1202): “Hacia el fin del mundo, el Anticristo derrocará al Papa y usurpará su sede”[9].

Pero créase o no que el Anticristo será un antipapa, lo que definitivamente ha sido profetizado es que las fuerzas del Anticristo gobernarán Roma en los últimos días. El 19 de septiembre de 1846, nuestra Señora de La Salette profetizó que, como resultado de la apostasía de la única verdadera fe católica en los últimos días, Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del Anticristo.

Nuestra Señora de La Salette, 19 de septiembre de 1846: “Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del Anticristo… la Iglesia será eclipsada”.

Esta alarmante profecía coincide con las profecías de la Sagrada Escritura (Apocalipsis 17 y 18), que nos dice que la ciudad de siete colinas (Roma) se convertirá en una ramera (una falsa Esposa de Cristo), que va a cometer fornicaciones espirituales (idolatría) y se embriagará con la sangre de los santos (falso ecumenismo). La gran ramera profetizada en la Biblia no es la Iglesia católica, sino que ella es una falsa Iglesia católica, una falsa esposa apóstata que aparecerá en los últimos días para engañar a los católicos y eclipsar a la verdadera Iglesia, la cual quedará reducida a un remanente. En este libro presentamos innegable e irrefutable evidencia abrumadora, con bases doctrinales y hechos irreprochables, que la “Iglesia” nacida del Concilio Vaticano Segundo (1962-1965) en realidad no es la Iglesia católica, sino más bien una falsa Iglesia masivamente fraudulenta que niega las enseñanzas fundamentales de la Iglesia católica.

También demostramos que los hombres que impusieron esta nueva religión del Vaticano II y la Nueva Misa en realidad no son católicos, sino herejes manifiestos que predican una nueva religión.

De hecho, cualquier duda sobre la autenticidad del mensaje de nuestra Señora de La Salette es eliminada en este libro por un análisis cuidadoso de la evidencia. Entre otras cosas, este libro documenta que el Vaticano ahora enseña que los judíos son perfectamente libres de no creer en Jesucristo.

Esto puede ser alarmante para algunos, no obstante, es un hecho. Incluso sin que se consideren todas las otras apostasías que son cubiertas en este libro, este hecho prueba que las palabras de nuestra Señora se han hecho realidad: Roma (no la Iglesia católica) ha perdido la fe (dando paso a una falsa secta no católica) y se ha convertido en la sede del Anticristo.

A fines de 2001, la Pontificia Comisión Bíblica publicó un libro titulado El Pueblo Judío y sus Escrituras Sagradas en la Biblia Cristiana. Este libro sostiene que la continua espera de los judíos por el Mesías sigue siendo válida y justificada por el Antiguo Testamento. “La espera mesiánica fue justificada en el Antiguo Testamento”, explicó el portavoz papal Joaquín Navarro-Valls, “y si el Antiguo Testamento mantiene su valor, entonces también mantiene eso como un valor. En él dice que usted no puede decir que todos los judíos están equivocados y nosotros tenemos la razón”. Cuando los periodistas le preguntaron si sus declaraciones podrían dar a entender que el Mesías, de hecho, no pudo haber venido, Navarro-Valls respondió, “Ello significa que sería un error para el católico esperar por el Mesías, pero no para un judío”. Por ende, esto significa que el Vaticano ahora sostiene que los judíos son perfectamente libres de rechazar a Cristo; esta es la enseñanza de los “Papas” del Vaticano II.

Roma ha perdido la fe y se ha convertido en la sede del Anticristo.

1 Juan 2, 22: “¿Quién es el mentiroso sino aquel que niega que Jesús es Cristo? Ese es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo”.

Pero, ¿cómo pudo esto ocurrir, y qué deben hacer los católicos al respecto? Este libro procura responder detalladamente ambas preguntas.

Leer más: La Verdad de lo que Realmente Ocurrió a la Iglesia Católica Después del Vaticano II

Notas de la Sección 1:

[1]The Papal Encyclicals [Las Encíclicas Papales], edición inglesa, de Claudia Carlen, Raleigh: The Pierian Press, 1990, vol. 3 (1903-1939), p. 6.

[2]William Jurgens, The Faith of the Early Fathers [La Fe de los Primeros Padres], edición inglesa, Collegeville, MN: The Liturgical Press, 1970, vol. 2, p. 39.

[3] William Jurgens, The Faith of the Early Fathers, vol. 2, p. 3.

[4] William Jurgens, The Faith of the Early Fathers, vol. 2, p. 33.

[5] Yves Dupont, Catholic Prophecy [La Profecía Católica], edición inglesa, Rockford, IL: Tan Books, 1973, p. 30.

[6] P. Herman Kramer, The Book of Destiny [El Libro del Destino], edición inglesa, Tan Books, 1975, p. 321.

[7] The Papal Encyclicals, vol. 3 (1903-1939), p. 351.

[8] The Catholic Encyclopedia [La Enciclopedia Católica], edición inglesa, Volumen 1, “Antichrist”, Robert Appleton Co. 1907, p. 561.

[9] Rev. Culleton, The Reign of Antichrist [El Reinado del Anticristo], edición inglesa, Tan Books, 1974, p. 130.

Ninguna Comunión con los Herejes (como con la Iglesia Palmarian o la secta del Vaticano II)

También es de ley divina y no solamente una ley disciplinaria que los Católicos solo pueden estar en comunión con otros Católicos y que nunca pueden adorar con personas que sean herejes, cismáticos o infieles. Entrar a sabiendas en una casa religiosa que es hereje o cismática es, claro está, profesar abiertamente una unidad religiosa de tal manera que es completamente inaceptable. El escándalo que esto provoca ante los ojos de los verdaderos Católicos es fácil de comprender. Porque cada persona que lo ve a usted entrar en una “iglesia” en donde el padre es un hereje o cismático asumirá que usted está de acuerdo con esta herejía o cisma. La unidad de la fe que debe de existir entre las personas que se llaman Católicos y que adoran a Dios es una constante que nunca puede cambiarse, de acuerdo a la enseñanza Católica. Esto se llama ley divina. Sin la unidad de la fe solamente hay tinieblas y fuego eterno, tal como lo deja claro el Papa León XIII y las siguientes citas:

Papa León XIII, Satis Cognitum (#10), 29 de junio, 1896: “Por esta razón, así como la unidad de la fe es una necesidad requerida para la unidad de la Iglesia, en vista que es el cuerpo de los fieles, así también para esta unidad, puesto que la Iglesia es una sociedad constituida divinamente, la unidad de gobierno, que afecta e involucra la unidad de comunión, es necesaria jure divino (por ley divina).”

Papa Pío XII, Mystici Corporis Christi (#22): “Así, por lo tanto, en la verdadera comunidad cristiana hay un único Cuerpo, un Espíritu, un Señor y un Bautismo, así también sólo puede haber una fe. Y, por lo tanto, si un hombre rechaza escuchar a la Iglesia que sea considerado – y así lo manda el Señor – como un gentil y publicano. Sigue que aquellos que están divididos por la fe o el gobierno no puede vivir en la unidad de dicho Cuerpo, ni pueden ellos vivir la vida de su único Espíritu Divino.”

Papa San Clemente I, Siglo I: “Si cualquier hombre es amigable con aquellos con quienes el Pontífice Romano no está en comunión, está en complicidad con aquellos que desean destruir la Iglesia de Dios: y, a pesar que puede parecer estar con nosotros en cuerpo, está en contra de nosotros en mente y espíritu, y es un enemigo mucho más peligroso que aquellos que están fuera y que son nuestros adversarios declarados.”

III Concilio de Constantinopla, 680-681: Si cualquier eclesiástico o laico entra en la sinagoga de los judíos o en las casas de reunión de los herejes para unirse en oración con ellos, que sean despojados y privados de la comunión. Si cualquier obispo o sacerdote o diácono se une en oración con los herejes, que sea suspendido de la comunión.

Papa Pío IX, Etsi Multa, #26, 21 de noviembre, 1873: “Por lo tanto, por autoridad de Dios Todopoderoso, excomulgamos y consideramos un anatema al mismo Joseph Humbert y a todos aquellos que intentan escogerlo a él y a quienes ayudaron en su consagración sacrílega. Adicionalmente, excomulgamos a quien quiera que se haya adherido a ellos y que perteneciendo a su partido haya proporcionado ayuda, favor, auxilio o consentimiento. Declaramos, proclamamos y ordenamos que sean separados de la comunión de la Iglesia. Ellos han de ser considerados entre aquellos con quienes todos los fieles cristianos tienen prohibido, por el Apóstol [2 Juan 10-11], asociarse y tener intercambio social a tal punto que, tal como lo declara simplemente, ni siquiera pueden ser saludados.”

La cita anterior es muy pertinente a nuestra situación de hoy, en tanto que muchos sacerdotes y adherentes de aquellos sacerdotes caerían bajo esta misma condena. Primero, aprendamos un poco de historia sobre la condena anterior de Joseph Humbert y todos sus adherentes: “Un sorprendente número grande de sacerdotes y laicos alemanes rechazó las enseñanzas solemnes del Primer Concilio Vaticano sobre el papado. En septiembre de 1870, casi 1,400 alemanes que se llamaban ‘Católicos Viejos’ firmaron una declaración por la cual renunciaban a las enseñanzas conciliares. En septiembre de 1871, 300 delegados se reunieron en Münich para organizar una nueva iglesia. No pudiendo encontrar a un obispo católico que renunciase al dogma Católico y se les uniera, los Católicos Viejos recurrieron al Obispo Jansenista Heykamp de Devetner en los Países Bajos, de la cismática Pequeña Iglesia de Utrecht. Él ordenó al Padre Joseph Humbert Reinkens como obispo en agosto de 1873.”

Papa Pío IX, Graves ac diuturnae (#1-4), 23 de marzo, 1875: “... los nuevos herejes que se llaman a sí mismos los ‘Católicos Viejos’... estos cismáticos y herejes... su secta malvada... estos hijos de las tinieblas... su facción malvada... esta secta deplorable... Esta secta derroca las bases de la religión Católica, rechaza vergonzosamente las definiciones dogmáticas del Concilio Vaticano Ecuménico, y se dedica de tantas maneras a la ruina de las almas. Hemos decretado y declarado en Nuestra Carta del 21 de noviembre de 1873, que aquellos hombres desafortunados que pertenecen, se adhieren y respaldan a esa secta deberán ser considerados cismáticos y estar separados de la comunión con la Iglesia.”

Acá, el Papa Pío IX da una confirmación explícita que las personas deben de considerar como herejes o cismáticos a aquellos que están fuera de la Iglesia y que no hay necesidad de una declaración adicional para decidir esto. Pero, ¿quién puede negar el hecho que el Vaticano II es también una “nueva iglesia”, y que todos los obispos y sacerdotes ordenados válidamente que quedan en esta “nueva iglesia” también caerían bajo la misma condena de Joseph Humbert? Por lo tanto, sin duda alguna, uno no puede abordar a ninguno de los sacerdotes Novus Ordo válidamente ordenados para recibir los sacramentos de la Confesión o la Eucaristía, tal como lo enseñan los herejes y cismáticos.

Otro hecho impresionante es que la mayoría de todos los sacerdotes válidamente ordenados que quedan en todo el mundo (tanto sacerdotes “Católicos” tradicionales como los sacerdotes Novus Ordo, por igual) también rechazan el Vaticano I y la infalibilidad papal, negando obstinadamente el dogma Católico infalible. Los “Católicos” viejos fueron excomulgados por esta misma razón y uno ni siquiera los podía saludar y cualquiera que se adhiriera a ellos (por ejemplo, recibir los sacramentos de ellos) tenía que ser excomulgado como ellos.

Hemos decretado y declarado en Nuestra Carta del 21 de noviembre de 1873, que aquellos hombres desafortunados que pertenecen, se adhieren y respaldan a esa secta deberán ser considerados cismáticos y estar separados de la comunión con la Iglesia.” (Papa Pío IX, Graves ac diuturnae (# 1-4), 23 de marzo, de 1875)

Por lo tanto, sin duda alguna, no se puede abordar a ninguno de los sacerdotes “Católicos” tradicionales válidamente ordenados que quedan en el mundo para recibir lícitamente los sacramentos, si obstinadamente niegan o rechazan un solo dogma Católico o sostienen una sola única herejía, tal como lo deja claro el Papa León XIII:

Papa León III, Satis Cognitum (#9): Nadie que simplemente no cree en todo puede, por esa razón, considerarse un Católico ni llamarse como tal. Porque pueden haber o surgir otras herejías, que no están estipuladas en este nuestro trabajo, y si alguien sostiene una sola herejía no es un Católico.”

LAS HEREJÍAS DE FRANCISCO SOBRE EL ATEÍSMO

Francisco, Evangelii Gaudium (# 254), Nov. 24, 2013: “Los no cristianos [como ateos y paganos], por la gratuita iniciativa divina, y fieles a su conciencia, pueden vivir «justificados… de la gracia santificante...”

En la Sagrada Escritura se enseña infaliblemente que toda persona que alcanza la edad de la razón puede conocer con certeza que hay un Dios. Ellos saben esto por las cosas que han sido creadas: los árboles, la hierba, el sol, la luna, las estrellas, etc. Todo aquél que es ateo (que cree que Dios no existe), no tiene excusa. La ley natural lo condena. Esta es una verdad revelada en la Sagrada Escritura.

Romanos 1,19-21: “Puesto que lo que se puede conocer de Dios, les es manifiesto a ellos. Porque Dios se lo manifestó. Porque las cosas de él invisibles, se ven después de la creación del mundo, considerándolas por las obras criadas; aun su virtud eterna, y su divinidad: DE MODO QUE SON INEXCUSABLES.”

San Pablo enseña que los ateos son inexcusables, porque la creación de Dios demuestra su existencia. El Vaticano I definió dogmáticamente el principio establecido en Romanos 1 – el cual contradice directamente la enseñanza del ateísmo y el agnosticismo y el Antipapa Francisco (y la secta del Vaticano II).

El Papa Pío IX, El Primero Concilio Vaticano, sesión 3, Sobre la revelación, canon 1: “Si alguno dijere que Dios, uno y verdadero, nuestro creador y Señor, no puede ser conocido con certeza a partir de las cosas que han sido hechas, con la luz natural de la razón humana: sea anatema.”

El Papa Pío IX, El Primer Concilio Vaticano, sesión 3, Sobre Dios creador de todas las cosas, can. 1: “Si alguno negare al único Dios verdadero, creador y señor de las cosas visibles e invisibles: sea anatema.”

La secta del Vaticano II y Francisco, por el contrario, enseña que se puede ser ateo sin culpa propia y que los ateos pueden ser excusados y sean salvos. Esto nos lleva a preguntar: «¿Cuál Biblia usó el Vaticano II y Francisco?» Debe haber sido la edición satánica revisada.

El documento del Vaticano II, Lumen Gentium # 16: “Y la divina Providencia tampoco niega los auxilios necesarios para la salvación a quienes sin culpa no han llegado todavía a un conocimiento expreso de Dios y se esfuerzan en llevar una vida recta, no sin la gracia de Dios.”

El Vaticano II enseña aquí que hay algunas personas que, SIN CULPA PROPIA, no han llegado todavía a un conocimiento expreso de Dios. En otras palabras, hay personas que, sin culpa propia, no creen en Dios (es decir, son ateos). Esto es herejía.

La declaración del Vaticano II sobre los que no reconocen a Dios no solo es condenada por San Pablo, sino también por el Concilio Vaticano I.

En su carta del 11 de septiembre de 2013, al periódico italiano, La Repubblica, y más tarde confirmado en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, Francisco enseña que los que no creen en Dios se pueden salvar.

Francisco, Carta a La Repubblica, 11 de septiembre de 2013: “En primer lugar, me pregunta si el Dios de los cristianos perdona a quien no cree y no busca la fe. Partiendo de que la misericordia de Dios no tiene límites –que es lo más importante– si acudimos a él con corazón sincero y contrito, la cuestión para quien no cree está en obedecer a la propia conciencia. Hay pecado, también para quien no tiene fe, cuando se va contra la conciencia. Escucharla y obedecerla significa, de hecho, decidirse frente a lo que se percibe como bueno o como malo. Y en esta decisión se juega la bondad o la maldad de nuestras acciones[41].

Antipapa Francisco, Evangelii Gaudium (# 254), Nov. 24, 2013: “Los no cristianos [como ateos y paganos], por la gratuita iniciativa divina, y fieles a su conciencia, pueden vivir «justificados… de la gracia santificante...”

¡Esto es apostasía total de la fe católica!

El Concilio de Florencia definió dogmáticamente que toda persona que tenga una posición contraria a la enseñanza de la Iglesia católica sobre Nuestro Señor Jesucristo o la Trinidad, o cualquiera de las verdades acerca de Nuestro Señor o de la Trinidad, es rechazado, condenado y anatematizado por Dios y su Iglesia.

Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Bula Cantate Domino, 1442, ex cathedra: “La sacrosanta Iglesia Romana, fundada por la palabra del Señor y Salvador nuestro, firmemente cree, profesa y predica a un solo verdadero Dios, omnipotente, inmutable y eterno, Padre, Hijo y Espíritu Santo (…) A cuantos, por consiguiente, sienten de modo diverso y contrario, [la sacrosanta Iglesia Romana] los condena, reprueba y anatematiza, y proclama que son ajenos al cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.”

Sin embargo, en el libro Sobre el Cielo y la Tierra, pp. 27-28, Francisco dice que él respeta a los ateos y no trata de convertirlos o hacer proselitismo. También dice que su “vida no es condenado”:

No encaro la relación para hacer proselitismo con un ateo, lo respetono le diría que su vida está condenada porque estoy convencido de que no tengo derecho a hacer un juicio sobre la honestidad de esa persona… todo hombre es imagen de Dios, sea creyente o no. Por esa sola razón cuenta con una serie de virtudes, cualidades, grandezas”[39].

Un ateo entrevistó a Francisco para el periódico italiano, La Repubblica, la cual se publicó el 1 de octubre de 2013. En ella Francisco explícitamente le dijo al ateo que no era su intención de convertirlo. En cuatro distintas ocasiones en la entrevista, Francisco rechazó el proselitismo. Él declaró que:

El proselitismo es una solemne tontería, no tiene sentido[40].

A continuación dice Francisco que cada persona tiene su propia idea del bien y del mal. También anima al individuo a seguir el bien como él lo concibe. ¡Esto es apostasía indignante!

Papa León XIII, Satis cognitum, # 13, 29 de junio de 1896: “Quien no quiera ser hereje ni sentar plaza de tal no trate de satisfacer a éste ni al otro (…) Apresúrese a satisfacer en todo a la Sede de Roma.”

LA ENSEÑANZA HERÉTICA DE FRANCISCO SOBRE EL “MATRIMONIO” GAY Y SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD

Hasta ahora se ha documentado y confirmado que Francisco estuvo a favor de las uniones civiles homosexuales cuando vivió en Argentina. Él apenas no quiso que se le llamara matrimonio a una unión civil homosexual. Esto es herejía. Ello significa que Francisco aprobó el comportamiento sexual perverso y abominable condenado en la Escritura y en la enseñanza católica. Su postura no es para nada diferente a apoyar el aborto bajo la condición de que el Estado no le dé al aborto un estatus especial o privilegiado usando para ello fondos fiscales.

CNN Español, 20 marzo 2013: “Activista gay dice que el papa Francisco apoyaba las uniones civiles homosexuales - Buenos Aires (CNN) – Poco menos de una hora después de enviar una carta a los líderes de la Iglesia católica argentina en 2010, donde criticaba cómo estaban manejando el debate sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo, sonó el teléfono de Marcelo Márquez. Le sorprendió escuchar la voz al otro lado de la línea. Era Jorge Mario Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires, y ahora el papa número 266. Lo que Bergoglio dijo en la reunión que tuvieron poco después lo sorprendió más. … “Me dijo, ‘estoy a favor de los derechos de los homosexuales y en cualquier caso, también apoyo las uniones civiles de los homosexuales, pero creo que Argentina no está lista para el matrimonio legal’”, dijo Márquez, un activista a favor de los derechos homosexuales, y quien se describe como un devoto católico y exprofesor de teología en un seminario católico. Como arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio era uno de los líderes de la Iglesia Católica en contra de la legalización del matrimonio homosexual en Argentina. El arzobispo se involucró una notoria guerra de declaraciones con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, quien apoyaba la medida. … Bergoglio habría hecho eco de su apoyo a las uniones civiles en otros círculos. De acuerdo con una historia publicada por el New York Times este miércoles, Bergoglio también le dijo a obispos reunidos en 2010 que la iglesia debería apoyar las uniones civiles de las parejas homosexuales.”

SanDiegoRed, 5 de Marzo 2014: “Papa Francisco no descarta aceptar uniones civiles para homosexuales - EL VATICANO.- El Papa Francisco de nuevo aparece en las cabeceras de los medios del mundo tras aceptar que hay una necesidad verdadera por parte de parejas del mismo sexo de tener la protección legal y económica del estado, viendo a las uniones civiles como un punto medio que la Iglesia Católica puede aceptar. "Es necesario ver los casos diversos y evaluarlos por su variedad," dijo el Pontífice durante una entrevista al periódico italiano Corriere della Sera. Sobre el matrimonio y las uniones civiles para homosexuales, reafirmó que "el matrimonio es entre un hombre y una mujer", pero da a entender que si un estado quiere "regularizar las diferentes situaciones de personas viviendo juntas" debido a la necesidad de otorgarle seguridad económica, social y legal a otras parejas, acepta que "deberíamos de ver los casos diferentes y evaluarlos."… Francisco, cuando aún era el Cardenal Jorge Mario Bergoglio en su natal Argentina, ya había indicado que las uniones civiles podrían ser una alternativa aceptable para la Iglesia Católica. Esto durante el debate en Argentina sobre si se deberían de legalizar los matrimonios del mismo sexo (algo que terminó sucediendo en el 2010).”

Observe las siguientes declaraciones repugnantes que Francisco hace acerca del “matrimonio” gay y acerca de los homosexuales.

Francisco, Sobre el Cielo y la Tierra, pp. 112-113: “Cuando el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, no apeló el dictamen de una jueza de primera instancia autorizando la boda [entre personas del mismo sexo], sentí que tenía algo para decir, para orientar, me vi en la obligación de manifestar mi opinión. Fue la primera vez en dieciocho años de obispo que señalé a un funcionario. Si analizan las dos declaraciones que formulé, en ningún momento hablé de homosexuales ni hice alguna referencia peyorativa hacia ellos… Macri me dijo que eran sus convicciones; yo se las respeto, pero un jefe de Gobierno no tiene que trasladar sus convicciones personales a la ley. En ningún momento hablé despectivamente de los homosexuales…”[53].

Francisco dice que él respeta aquellos que están a favor de la abominación del “matrimonio” del mismo sexo, y dice que él nunca fue despectivo hacia los sodomitas y pervertidos.

Francisco también menciona cómo él permitió al defensor del “matrimonio” gay, el ex presidente de Argentina, Néstor Kirchner, que presidiera un servicio memorial “católico” para honrar a unos seminaristas y “sacerdotes católicos” fallecidos:

Francisco, Conversaciones, p. 116: “… cuando llegó a la iglesia, le pedí que presidiera la ceremonia…”[54].

Más tarde cuando murió el presidente apóstata, Francisco inmediatamente le ofreció públicamente una “misa de réquiem”[55],[56].

Francisco también permitió en su “misa” de instalación que recibieran la “comunión” los políticos explícitamente defensores del aborto y del “matrimonio” gay.

The Washington Times, 19 de Marzo 2013: “El vicepresidente Joseph R. Biden y la líder demócrata Nancy Pelosi, recibieron ambos la Comunión durante la Misa para celebrar la instalación del Papa Francisco a pesar de su posición pro-elección sobre el aborto. La oficina del vicepresidente confirmó el Martes [19 de Marzo 2013] en la noche que tanto él como la señora Pelosi tomaron la comunión durante la misa en la Plaza de San Pedro en Roma. Algunos católicos sostienen que los políticos cuyas posiciones sobre el aborto y la anticoncepción conflictúen con las enseñanzas de la Iglesia no deben recibir la comunión. “El vicepresidente Biden y Nancy Pelosi ciertamente no deberían recibir la comunión, ni en la instalación papal ni en cualquier otro lugar. La comunión significa ‘unión’, y ellos no están en comunión con la Iglesia en la más fundamental cuestión moral del derecho a la vida”, dijo el reverendo Frank Pavone, fundador de Sacerdotes por la Vida [Priests for Life], una organización católica contra el aborto con sede en Estados Unidos.”

El 19 de agosto de 2013, Francisco fue entrevistado por la revista Razón y Fe, en la página 14 Francisco claramente enseña que los homosexuales activos no son rechazados ni condenados por Dios.

Francisco, Entrevista a la revista Razón y Fe, 19 de agosto de 2013, p. 14: “En Buenos Aires recibía cartas de personas homosexuales que son verdaderos ‘heridos sociales’, porque me dicen que sienten que la Iglesia siempre les ha condenado. Pero la Iglesia no quiere hacer eso [la Iglesia es la Iglesia de Dios (1 Co. 1:2; 10:32;. 11:16)]. Durante el vuelo en que regresaba de Río de Janeiro dije que si una persona homosexual tiene buena voluntad y busca a Dios, yo no soy quién para juzgarla… Una vez una persona, para provocarme, me preguntó si yo aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le respondí con otra pregunta: ‘Dime, Dios, cuando mira a una persona homosexual, ¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza y la condena?’. Hay que tener siempre en cuenta a la persona. Y aquí entramos en el misterio del ser humano. En esta vida Dios acompaña a las personas y es nuestro deber acompañarlas a partir de su condición”[57].

Sin embargo, la Iglesia basada en la Escritura enseña lo contrario.

Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Bula Cantate Domino, 1442, ex cathedra: “La sacrosanta Iglesia Romana… firmemente cree, profesa y predica a cuantos, por consiguiente, sienten de modo diverso y contrario, [la sacrosanta Iglesia Romana] los condena, reprueba y anatematiza, y proclama que son ajenos al cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.”

Papa San Pío V no vaciló en proponer la pena de muerte como solución al escándalo de homosexualidad y efebofilia entre el clero que en el siglo XVI sacudía la Iglesia.

Papa San Pío V, Horrendum illud scelus, 30 de agosto 1568: “Por lo tanto, el deseo de seguir con mayor rigor que hemos ejercido desde el comienzo de nuestro pontificado, se establece que cualquier sacerdote o miembro del clero, tanto secular como regular, que cometa un crimen tan execrable, por la fuerza de la presente ley sea privado de todo privilegio clerical, de todo puesto, dignidad y beneficio eclesiástico, y habiendo sido degradado por un juez eclesiástico, que sea entregado inmediatamente a la autoridad secular para que sea muerto, según lo dispuesto por la ley como el castigo adecuado para los laicos que están hundidos en ese abismo.”

La Biblia y la naturaleza constantemente nos dicen que la actividad homosexual es un pecado (Génesis 19:1-13; Levítico 18:22; 20:13, Romanos 1:26-27, 1 Corintios 6:9). Romanos 1:26-27 enseña específicamente que la homosexualidad es el resultado de la idolatría y de negar y desobedecer a Dios. Cuando la gente continúa en el pecado y la incredulidad, Dios "los entrega" al pecado más malvado y depravado, a fin de mostrar la futilidad y desesperanza de la vida fuera de Dios. 1 Corintios 6:9 proclama que los homosexuales "ofensores" no heredarán el reino de Dios.

Dios no crea una persona con deseos homosexuales. La Biblia nos dice que las personas se vuelven homosexuales a causa del pecado (Romanos 1:24-27) y más que nada por su propia elección. La homosexualidad es una de las cosas que aparecen en 1 Corintios 6:9-10 que evitarán a una persona entrar al reino de Dios. Según la Biblia, el perdón de Dios esta igual de disponible a un homosexual como lo esta a un adúltero, un adorador de ídolos, un asesino, un ladrón, etc. Dios también promete la fuerza para la victoria sobre el pecado, incluyendo la homosexualidad, a todos crean y confíen en Jesucristo para su salvación y dejen de cometer todos los pecados mortales y cambien su vida (1 Corintios 6:11, 2 Corintios 5:17; Filipenses 4:13). Una persona que tiene una vida de oración fuerte y una verdadera devoción a la Madre de Dios y al Santo Rosario será liberada de la homosexualidad sin ninguna duda.

¿Dios aprueba la homosexualidad? Por supuesto que no. ¿Puede una persona ser salvada y al mismo tiempo participar en actos de homosexualidad? No (1 Corintios 6:9).

Sin embargo, la secta del Vaticano II niega la verdad de que la homosexualidad es el resultado de la idolatría y de negar y desobedecer a Dios.

LAS HEREJÍAS Y APOSTASÍA DE BENEDICTO XVI CON LOS MUSULMANES

El Islam es una religión falsa que rechaza la Trinidad y la Divinidad de Nuestro Señor. La Iglesia Católica enseña oficialmente que el Islam es una abominación – una falsa religión de la cual las personas necesitan ser convertidas.

El Papa Eugenio IV, Concilio de Basilea, 1434: “… hay esperanza que muchos de la abominable secta de Mahoma sean convertidos a la fe Católica.”

Papa Calixto III: “Hago voto de… exaltar la verdadera Fe, y extirpar la diabólica secta [el Islam] del réprobo e infiel Mahoma en el Oriente.”

BENEDICTO XVI EXPRESA SU ESTIMA Y RESPETO POR EL ISLAM Y LOS MUSULMANES

Benedicto XVI, Discurso, 22 Dic. 2006: “Mi visita a Turquía me ofreció la oportunidad de mostrar también públicamente mi respeto por la Religión Islámica.”

Benedicto XVI, Audiencia General, 20 Sept. 2006: “… enfaticé… mi respeto profundo por las grandes religiones, y especialmente a los Musulmanes, quienes ‘adoran a Dios…’”

Nota que él tiene “respeto profundo” por no solamente la falsa religión del Islam, sino también otras religiones falsas. Esto es apostasía.

Benedicto XVI, Sal de la Tierra, 1996, P. 244: “… [el Islam] también existe en muchas clases. Hay un Islam noble…”

Está diciendo que una falsa religión es buena. Esto es apostasía.

Benedicto XVI, Verdad y Tolerancia, 2004, P. 204: “Pero aun el Islam, con toda la grandeza que representa, siempre está en peligro de perder el equilibrio…”

Dice que el Islam, una falsa religión que rechaza la Divinidad de Jesucristo y la entera Fe Católica, representa “grandeza.” Esto es apostasía. El Islam representa infidelidad, el rechazo de la Trinidad y tinieblas.

Benedicto XVI, Catequesis, 24 Agosto, 2005: “… además de estima por las otras grandes tradiciones religiosas. El Islam ocupa un lugar especial entre ellas.”

Nota que Benedicto XVI no solamente estima a los miembros de religiones falsas, sino las falsas religiones mismas. Esto es apostasía.

Benedicto XVI, Discurso, 25 Sept. 2006: “Quiero reiterar hoy toda la estima y el profundo respeto que tengo por creyentes Musulmanes, trayendo a la memoria las palabras del Segundo Concilio Vaticano que por la Iglesia Católica son la Carta Magna de diálogo Musulmán-Católico: ‘La Iglesia considera Musulmanes con respeto. Adoran al único Dios vivo y subsistente, [‘misericordioso y todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia. Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como Dios.’ El documento del Vaticano II, Nostra aetate, # 3] (…) En este tiempo cuando por Musulmanes la viaje espiritual del mes de Ramadán está empezando, me dirijo a todos ellos, mis buenos deseos cordiales…”

Aquí nos encontramos que el Benedicto XVI y el Vaticano II enseña que los musulmanes adoran al único Dios, el Creador del cielo y de la tierra. Esta es similar a, pero ligeramente diferente de la herejía en el documento del Vaticano II, Lumen Gentium. El falso dios de los musulmanes (que no es la Trinidad) no creó el cielo y la tierra. Es la Santísima Trinidad quien creó el cielo y la tierra.

Una vez más, el Islam es una falsa religión que rechaza la Divinidad de Jesucristo y la entera Fe Católica. El Islam representa infidelidad, el rechazo de la Trinidad y tinieblas. Esta declaración por Benedicto XVI (y la secta del Vaticano II) es herejía y apostasía total.

BENEDICTO XVI EXPRESA SU ESTIMA POR LAS CIVILIZACIONES ISLÁMICA – LOS ENEMIGOS DE CRISTO Y DE SU IGLESIA

Benedicto XVI, Audiencia General, 6 Dic. 2006: “Así tuve la oportunidad favorable de renovar mis sentimientos de estima por los Musulmánes y por las civilizaciónes Islámicas.”

Civilizaciónes Islámicas son entre las cosas más malvadas y anti-Cristianas en toda historia. Esta declaración de Benedicto XVI, por consiguiente, es apostasía completa.

Benedicto XVI, Alocución en Turquía a personajes Musulmanes, 28 Nov. 2006: “En su persona, Señor Presidente, saludo a todos los Musulmanes en Turquía con estima especial y respeto cariñoso… Este País noble ha visto también un florecimiento notable de civilización Islámica en los campos más diversos… Hay también muchos monumentos Cristianos y Musulmánes que atestiguan el glorioso pasado de Turquía. Con toda la razón están orgullosos de éstos, preservándolos por la admiración del número siempre aumentando de visitantes que acuden aquí… Como creyentes, sacamos de nuestra oración la fuerza necesaria para vencer todos rastros del prejuicio y atestiguar juntos nuestra firme fe en Dios.”

Él menciona primeramente que estima a todos los Musulmanes en Turquía. Estimar a alguien es admirarle. Esto significa que él admira a todos los Musulmanes en Turquía. Éso signífica que no sólo admira a millones que rechazan a Cristo, y elogia el “florecimiento notable de civilización Islámica,” que retiene a millones en las tinieblas y la infidelidad.

También elogia los monumentos Musulmanes del pasado, y dice que Musulmanes “con toda la razón están orgullosos de éstos.”

Por último, dice que como “creyentes” Musulmanes pueden sacar fuerza de su oración – indicando que la práctica del Islam es verdadera y auténtica.

BENEDICTO XVI RESPETA EL CORÁN COMO UN LIBRO SANTO DE UNA GRAN RELIGIÓN

Benedicto XVI, Discurso pidiendo perdón por sus comentarios sobre el islam, Sept. 2006: “… mi opinión personal del corán, por lo cual tengo el respeto debido al libro santo de una gran religión.”

Benedicto XVI respeta el Corán como un libro santo de una gran religión. El Corán blasfema a la Trinidad, niega la Divinidad de Cristo, y dice que los que la creen son como excremento. También dice que todos Cristianos son condenados. Esta declaración por Benedicto XVI es apostasía total.

BENEDICTO XVI “ACLAMADO POR ORAR COMO MUSULMÁNES HACIA LA MECA”

El 30 de nov., 2006, durante su viaje a Turquía, Benedicto XVI se quitó los zapatos y entró en la Mezquita Azul. Cumplió el orden del Musulmán de volverse hacia “la Kibla” – la dirección de la Meca. Entonces empezaron las oraciones. Benedicto XVI oraba como los Musulmánes hacia la Meca en la mezquita. Aun cruzó los brazos en el gesto de oración Musulmán llamado “el gesto de tranquilidad.” Dicha apostasía fue divulgada por todos los medios de comunicación. No es ninguna exageración decir que Benedicto XVI fue iniciado en el Islam.

Benedicto XVI “Aclamado por orar como Musulmánes Hacia la Meca,” 1 dic. 2006 — ESTAMBUL (Reuters) – “Papa Benedicto terminó una delicada visita de limar asperezas a Turquía el viernes entre elogios por visitar la afamada Mezquita Azul de Estambul y orar allí mirando hacia la Meca ‘como Musulmán.’En la Mezquita Sultán Ahmet, se vertió hacia la Meca y oraba como musulmán.”

Esto demuestra absolutamente que Benedicto XVI es un apóstata completo. Ésta es una de las acciónes más escandalosas en toda historia humana.

Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica, Pt. II, P. 12, R. 1, Obj. 2: “… si alguno… adorara a la tumba de Mahoma, sería juzgado un apóstata.”

Santo Tomás dice que uno que adora a la tumba de Mahoma debe ser juzgado un apóstata; y si es rezando en una mezquita, y hacia la Meca como musulmán, es mucho peor.

Ningún Papa en toda la historia jamás entró en una mezquita; todos sabían que ir allí sería señalar la aceptación de la falsa religión. Con este acto, el debate sobre si Benedicto XVI es Papa queda absoluta y completamente concluido, para todos los familiarizados con estos hechos que posean un poco de buena voluntad.

EN CONTRA DE LOS HEREJES Y REZAR EN COMUNIÓN CON LOS HEREJES

La Iglesia Católica les prohíbe explícitamente a los católicos rezar a sabiendas en comunión con herejes o recibir los sacramentos de ellos. Estas citas, claro está, también condenan el ecumenismo falto de la secta del Vaticano II, así como sus reuniones falsas para rezar con las religiones falsas del mundo.

III Concilio de Constantinopla, 680-681: “Si cualquier eclesiástico o laico entra en una sinagoga de los judíos o a las casas de reunión de los herejes para unirse en oración con ellos, que sean depuestos y privados de la comunión [excomunión]. Si cualquier obispo o sacerdote o diácono se une en oración con los herejes, que sea suspendido de la comunión [excomulgado].”

El Tercer Concilio de Constantinopla simplemente definió infaliblemente que cualquier persona que reza en comunión con los herejes ha de ser excomulgada y se le debe rechazar la comunión por rezar con otros herejes. Ahora, veamos otras citas:

Concilio de Laodicea, Siglo IV, Canon 6: “Nadie rezará en común con los herejes y cismáticos... No se le permite a los herejes entrar en la casa de Dios mientras ellos continúen en herejía.”

Concilio de Cartago: “Uno no debe rezar ni cantar salmos con los herejes, y quien se comunique con aquellos que han sido cortados de la comunión de la Iglesia, ya sea clero o laico: que sea excomulgado.”

Papa Pío IX, 16 de septiembre, 1864, Carta al Episcopado Inglés (CH 254): “Que los cristianos y eclesiásticos deben de rezar por la unidad cristiana bajo la dirección de los herejes y, lo que es peor, de acuerdo a una intención que está radicalmente impregnada y viciada con herejía, ¡es absolutamente imposible de tolerar!

El Código de la Ley Canónica de 1917, Canon 823: “La Misa no puede celebrarse en iglesias de herejes o cismáticos, aunque en el pasado hayan sido adecuadamente consagradas o bendecidas.

Papa Pío XI, Mortalium animos (#10): “ De tal manera, Venerable Hermano, está claro el por qué esta Sede Apostólica nunca ha permitido que sus sujetos tomen parte en las asambleas de los no-católicos: porque la unión de los cristianos puede promoverse únicamente fomentando el regreso a la única Iglesia verdadera de Cristo de aquellos que se han separado de ella, porque en el pasado infelizmente la habían dejado. A la única Iglesia verdadera de Cristo, decimos, la cual es visible para todos, y la cual ha de permanecer, de acuerdo a la voluntad de su Autor, exactamente igual a como Él la instituyó.

Recientes Escandalosas Herejías de Benedicto XVI sobre el Islam y otras Falsas Religiones

Discurso de Benedicto XVI en Aeropuerto Internacional Rafik Hariri, Beirut, Líbano, 16 de septiembre de 2012:

“Gracias de corazón a las venerables Iglesias hermanas y a las comunidades protestantes. Gracias en particular a los representantes de las comunidades musulmanas. Durante toda mi estancia, he podido constatar cuánto vuestra presencia ha contribuido al éxito de mi viaje. El mundo árabe y el mundo entero habrán visto, en estos momentos de turbación, a los cristianos y a los musulmanes reunidos para celebrar la paz. Es tradición de Oriente Medio recibir al huésped de paso con consideración y respeto, y vosotros lo habéis hecho. Os lo agradezco a todos… Doy gracias a Dios por estas ocasiones que él ha permitido, por los importantes encuentros que he podido tener, y por la oración de todos por todos los libaneses y el Medio Oriente, cualquiera que sea el origen o la confesión religiosa de cada uno… Pido a Dios por el Líbano, para que viva en paz y resista con valentía todo lo que pueda destruirla o minarla. Deseo que el Líbano siga permitiendo la pluralidad de las tradiciones religiosas, sin dejarse llevar por la voz de aquellos que se lo quieren impedir. Le deseo que fortalezca la comunión entre todos sus habitantes, cualquiera que sea su comunidad o su religión, rechazando resueltamente todo lo que pueda llevar a la desunión y optando con determinación por la fraternidad. He aquí las flores que agradan a Dios, las virtudes posibles y que convendría consolidar enraizándolas más”[1].

Este discurso de Benedicto XVI es un claro respaldo a la idolatría. Él agradece a Dios por las oraciones ofrecidas por la gente “cualquiera que sea la confesión religiosa”. Por lo tanto, él está agradecido por las oraciones a los dioses falsos o incluso al diablo. Esto es una herejía y apostasía. Benedicto XVI afirma también que cristianos y musulmanes están unidos. Benedicto XVI luego promueve la muy condenada herejía de que se debe permitir y promover que las religiones falsas promuevan públicamente sus creencias falsas[2]. Incluso dice a la gente dejarse llevar por la voz de aquellos que no quieren ver a las religiones falsas promovidas públicamente en la sociedad. En consonancia con su indiferentismo, Benedicto XVI dice que debemos rechazar todo lo que pueda dar lugar a cualquier desunión entre las personas de diferentes religiones. Él luego describe este indiferentismo y falsa “hermandad” interreligiosa como virtudes y “flores que agradan a Dios”.

Benedicto XVI 11 de octubre 2012, homilía de apertura “del Año de la Fe”:

“El segundo documento que sería importante para el encuentro de la Iglesia con la modernidad surgió casi por casualidad y se desarrolló en varias fases. Me refiero a la declaración Nostra aetate sobre la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas. En un principio la intención era redactar una declaración sobre las relaciones entre la Iglesia y el judaísmo, un texto que se había hecho intrínsecamente necesario después de los horrores de la Shoah. Los Padres del concilio provenientes de los países árabes no se opusieron al texto, pero ellos explicaron que si había una intención de hablar del judaísmo, entonces también debía haber algunas palabras sobre el islam. Cuánta razón tenían, nosotros en Occidente sólo lo llegamos a comprender gradualmente. Por último, creció la comprensión de que también era apropiado hablar de otras dos grandes religionesel hinduismo y el budismo―, así como el tema de la religión en general. Luego, siguiendo naturalmente, vino una breve indicación respecto al diálogo y la colaboración con las religiones, cuyos valores espirituales, morales y socio-culturales deben ser respetados, protegidos y alentados”[3].

Benedicto XVI dice que el hinduismo y el budismo son grades religiones. ¡A continuación dice que debemos colaborar con las falsas religiones y que sus valores espirituales deben ser “respetados, protegidos y alentados”! Esta es una escandalosa herejía que ha sido condenada por los verdaderos Papas católicos a lo largo de la historia de la Iglesia[4].

Benedicto XVI, 14 de septiembre 2012, discurso en la basílica de Harissa: “Me alegro también de la presencia de las delegaciones ortodoxas, musulmanas y drusas, así como del mundo de la cultura y la sociedad civil. La buena convivencia del islam y el cristianismo, dos religiones que han contribuido a crear grandes culturas, constituyen la originalidad de la vida social, política y religiosa del Líbano. Solo es posible alegrarse por esta realidad que es necesario animar. Confío este deseo a los responsables religiosos de vuestro país”[5].

Benedicto XVI se alegra de estar en presencia de los seguidores de varias religiones falsas. Benedicto XVI habla en términos positivos acerca de cómo la falsa religión del islam “ha contribuido a crear grandes culturas” y “vida religiosa”. Esto es una blasfemia y apostasía.

Telegrama de Benedicto XVI al Gran Rabino de Roma, Riccardo Di Segni por la fiesta judía de Rosh Ha-Shanah, Yom Kipur y Sucot: “En las festivas ocasiones del Rosh Ha-Shanah 5773, Yom Kipur y Sucot, les dirijo sinceros deseos de paz y buena voluntad a vosotros y a toda la comunidad judía de Roma, pidiendo al Todopoderoso abundantes bendiciones para el nuevo año y con la esperanza de que judíos y cristianos, a medida que crecen en el respeto mutuo y amistad, den testimonio en el mundo de los valores que vienen de la adoración del único Dios. – Benedicto, PP. XVI”[6].

Benedicto XVI se asegura de enviarles un telegrama a los judíos negadores de Cristo para felicitarlos por la celebración de sus fiestas sin Cristo de la falsa religión del judaísmo. El Concilio de Florencia[7] enseñó infaliblemente que los que practican la antigua ley u observan el judaísmo, serán condenados por toda la eternidad. Benedicto XVI también dice que los judíos adoran al único Dios verdadero, lo que es una negación de la Trinidad, herejía y apostasía.

Notas:

[1] L’ Osservatore Romano, 19 de septiembre de 2012, p. 16.

[2] Papa Pío IX, Syllabus de errores, 8 de diciembre de 1864, # 77: “En nuestra edad no conviene ya que la religión católica sea tenida como la única religión del Estado, con exclusión de cualquiera otros cultos.Declaración condenado

Papa Pío IX, Syllabus de errores, # 78: “De ahí que laudablemente se ha provisto por ley en algunas regiones católicas que los hombres que allá inmigran puedan públicamente ejercer su propio culto cualquiera que fuere”. – Declaración condenado

Papa Pío IX, Quanta cura, # 3, 8 de diciembre de 1864: “Partiendo de esta idea, totalmente falsa, del régimen social, no temen favorecer LA ERRÓNEA OPINIÓN, sobremanera perniciosa a la Iglesia Católica y a la salvación de las almas, calificada de ‘delirio’ por nuestro antecesor Gregorio XVI, de feliz memoria, DE QUE ‘LA LIBERTAD DE CONCIENCIA Y DE CULTOS ES DERECHO PROPIO DE CADA HOMBRE, QUE DEBE SER PROCLAMADO Y ASEGURADO POR LA LEY EN TODA SOCIEDAD BIEN CONSTITUIDA’…”.

[3] L’ Osservatore Romano, 17 de octubre de 2012, p. 14.

[4] Papa Pío XI, Ad salutem, #27, 20 de abril de 1930: “… toda compulsión y locura, todo ultraje y lujuria, son introducidos en la vida del hombre por los demonios a través de la adoración de dioses falsos.

Salmo 95, 5: Todos los dioses de los gentiles son demonios…”.

1 Corintios 10, 20: Antes bien, digo que lo que sacrifican los gentiles, a los demonios y no a Dios lo sacrifican. Y no quiero yo que vosotros tengáis parte con los demonios”.

[5] L’ Osservatore Romano, 19 de septiembre de 2012, p. 5.

[6] L’ Osservatore Romano, 26 de septiembre de 2012, p. 5.

[7] Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, bula Cantate Domino, 1441, ex cátedra: “[La Santa Iglesia Romana] firmemente cree, profesa y predica que nadie que no esté dentro de la Iglesia Católica, no sólo los paganos, sino también judíos o herejes y cismáticos, puede hacerse partícipe de la vida eterna, sino que irá al fuego eterno que está aparejado para el diablo y sus ángeles (Mat. 25, 41)”.

Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, 1441, ex cathedra: La Santa Iglesia Romana firmemente cree, profesa y enseña que las legalidades del Antiguo Testamento, o sea, de la Ley de Moisés,… cesaron una vez venido nuestro Señor Jesucristo… y empezaron los sacramentos del Nuevo Testamento. … Denuncia consiguientemente como ajenos a la fe de Cristo a todos los que, después de aquel tiempo (la promulgación del Evangelio), observan la circuncisión y el sábado y guardan las demás prescripciones legales y que en modo alguno pueden ser partícipes de la salvación eterna…”.

PABLO VI SOBRE LAS RELIGIONES NO CRISTIANAS

La Iglesia Católica enseña que todas las religiones no católicas son falsas. Sólo existe una verdadera Iglesia, fuera de la cual nadie puede salvarse. Este es dogma católico.

Papa San Gregorio Magno, 590-604: “La santa Iglesia universal enseña que no es posible adorar verdaderamente a Dios excepto en ella, y asevera que todos los que están fuera de ella no serán salvos”[5].

Todas las otras religiones pertenecen al diablo. Esta es la enseñanza de Jesucristo, la Iglesia Católica y la Sagrada Escritura. Véase 1 Cor. 10, 20 y Salmo 95, 5. Todo aquel que muestre aprecio por las religiones no cristianas, o las considere buenas o dignas de respeto, niega a Jesucristo y es un apóstata.

Pablo VI, Audiencia general, 8 de noviembre de 1972: “El ecumenismo se inició de esta manera; como el respeto por las religiones no cristianas…”[6].
Papa Pío XI, Mortalium animos, # 2, 6 de enero de 1928:
“…en la falsa opinión de los que piensan que todas las religiones son, con poca diferencia, buenas y laudables, (…) Cuantos sustentan esta opinión, no sólo yerran y se engañan, sino también rechazan la verdadera religión…”[7].

He aquí más del pensamiento de Pablo VI sobre las religiones no cristianas del diablo:

Pablo VI, 22 de septiembre de 1973: “… las nobles religiones no cristianas…”[8].

Esto es apostasía – un rechazo total de Jesucristo.

Pablo VI, Audiencia general, 12 de enero de 1972: “Ante nuestros ojos se abre una imagen desconcertante: la de las religiones, las religiones inventadas por el hombre; intentos que a veces son extremadamente audaces y nobles…”[9].

¡Aquí Pablo VI dice que las religiones inventadas por el hombre, son a veces extremadamente nobles! Esto es apostasía – un rechazo de Jesucristo y de la fe católica.

Pablo VI, Mensaje, 6 de diciembre de 1977: “…las religiones no cristianas, que la Iglesia respeta y aprecia…”[10].

Él dice que aprecia las religiones falsas.

Pablo VI, Mensaje, 24 de noviembre de 1969: “…superar las divisiones, mediante el desarrollo de un respeto mutuo entre las diferentes confesiones religiosas”[11].
Pablo VI, Discurso, 3 de diciembre de 1970: “Saludamos con respeto a los representantes de todas las otras religiones que nos han honrado con su presencia”[12].
Pablo VI, Audiencia general, 6 de julio de 1977: “Damos la bienvenida con sincero respeto a la delegación japonesa de la religión Konko-kyo”[13].
En su Discurso, 22 de agosto de 1969, Pablo VI elogió a Gandhi el hindú, y declaró que él estaba: “Siempre consciente de la presencia de Dios…”[14].

Los hindúes son paganos e idólatras que adoran muchos dioses falsos diferentes. El hecho que Pablo VI haya elogiado al famoso hindú Gandhi por estar “siempre consciente de la presencia de Dios” demuestra otra vez que Pablo VI era un completo indiferente en lo religioso. Pablo VI también elogió oficialmente la falsa religión del hinduismo en el documento oficial del Vaticano II, Nostra aetate # 2 (sobre las religiones no cristianas), ya citado en el capítulo sobre el Vaticano II.

Pablo VI, Exhortación apostólica, Evangelii Nuntiandi, # 53, 8 de diciembre de 1975: “La Iglesia respeta y estima estas religiones no cristianas…”[15].

Nótese otra vez que Pablo VI estima las falsas religiones; esto es satánico.

Pablo VI, Discurso, 24 de agosto de 1974: “Las diferencias religiosas y culturales en India, como habéis dicho, son honradas y respetadas (…) Nos complace ver que se practique este mutuo honor y estima…”[16].

Pablo VI dice que las diferencias religiosas son honradas en India y que le complace ver esto. Esto significa que él honra el culto a los dioses falsos.

Pablo VI, Discurso al Sínodo de Obispos, 2 de septiembre de 1974: “Del mismo modo no podemos omitir una referencia a las religiones no cristianas. Estas, de hecho, ya no deben considerarse como rivales u obstáculos a la evangelización…”[17].

Aquí Pablo VI revela atrevidamente que él está predicando un nuevo evangelio. Las religiones no cristianas, nos dice, ya no son un obstáculo para la evangelización. Esta es una religión anticristiana de apostasía.

Papa Gregorio XVI, Mirari vos, # 13, 15 de agosto de 1832: “… entiendan, por lo tanto, los que piensan que por todas partes se va al puerto de salvación, que, según la sentencia del Salvador, ‘están ellos contra Cristo, pues no están con Cristo’, (Lc. 11, 23) y que los que no recolectan con Cristo, esparcen miserablemente, por lo cual es ‘indudable que perecerán eternamente los que no tengan fe católica y no la guarden íntegra y sin mancha’ (Credo Atanasiano)”[18].
Pablo VI, Discurso al Dalai Lama, 30 de septiembre de 1973: “Nos complace dar la bienvenida a Su Santidad el día de hoy (…) Vos venís de Asia, cuna de antiguas religiones y tradiciones humanas que son debidamente conservadas con profunda veneración”[19].

¡Pablo VI nos dice que es correcto conservar las falsas religiones que adoran dioses falsos con “profunda veneración”! Esta puede ser la peor herejía que Pablo VI haya pronunciado.

Pablo VI, Discurso, agosto de 1969: “…Uganda incluye diferentes religiones que se respetan y estiman entre sí”[20].

¿La verdadera religión estima a las falsas religiones? No, esto de nuevo es abiertamente herético.

Pablo VI, Mensaje a los paganos sacerdotes sintoístas, 3 de marzo de 1976: “Conocemos la fama de vuestro templo, y la sabiduría que está representada tan vivamente por las imágenes que contiene”[21].

Esta es una de las declaraciones más perversas, reveladoras y heréticas que Pablo VI haya pronunciado. Él elogia la sabiduría contenida en las imágenes del templo pagano sintoísta, en otras palabras, ¡él está elogiando a los ídolos de los sintoístas!

PABLO VI SOBRE EL ISLAM

El islam es una religión falsa que niega la divinidad de Cristo y rechaza la Santísima Trinidad. Además de rechazar al verdadero Dios, el islam permite la poligamia hasta cuatro esposas, y sus seguidores (los musulmanes) propagan esta falsa religión con un celo no sin igual entre los demás. El islam es entre las falsas religiones la más cruelmente anti-cristiana. En muchos países islámicos la conversión al cristianismo significa la muerte. La propagación de la verdadera fe está estrictamente prohibida por los musulmanes. La sociedad islámica es una de las más malvadas de la historia humana. Esto es lo que Pablo VI pensaba sobre esta falsa religión que rechaza a Cristo y la Trinidad:

Pablo VI, Discurso, 9 de septiembre de 1972: “También queremos que sepan que la Iglesia reconoce la riqueza de la fe islámica – una fe que nos une al único Dios”[28].

Pablo VI habla sobre la “riqueza” de la fe islámica, una “fe” que rechaza a Jesucristo y la Trinidad. Dice que esta “fe” nos une al único Dios. Esto es apostasía.

Pablo VI, Discurso, 18 de septiembre de 1969: “…los musulmanes (…) adoran junto con nosotros al Dios único y misericordioso, que en el último día juzgará al hombre”[29].

Los musulmanes no adoran al único Dios verdadero, la Santísima Trinidad, junto con los católicos, como lo hemos demostrado en capítulo sobre las herejías del Vaticano II. Afirmar que los musulmanes adoran al mismo Dios que los católicos es herejía. Y los musulmanes ciertamente no adoran al Dios que juzgará a la humanidad en el último día, juzgará Jesucristo.

Pablo VI, Discurso al embajador musulmán, 4 de junio de 1976: “…los marroquíes musulmanes (…) nuestros hermanos en la fe en el Dios único. Siempre seréis muy bien recibidos y encontraréis aquí estima y comprensión”[30].

Él dice que los musulmanes son nuestros hermanos en la fe. Esto es apostasía. Luego dice que los musulmanes siempre encontrarán estima en el Vaticano.

Pablo VI, Discurso, 2 de diciembre de 1977: “…los musulmanes, que profesan la fe de Abraham, y adoran con nosotros al único Dios misericordioso, que juzgará a los hombres en el día postrero, como declaró solemnemente el Concilio Vaticano II”[31].
Pablo VI, Discurso, agosto de 1969: “… Nuestro vivo deseo de saludar, en vuestras personas, a las grandes comunidades musulmanas dispersas por toda África? Permitidnos manifestaros aquí nuestro gran respeto por la fe que profesáis (…) En memoria de los mártires católicos y anglicanos, recordamos gustosamente también a aquellos confesores de la fe musulmana, que fueron los primeros en sufrir la muerte…”[32].

Él menciona su gran respeto por la falsa fe del islam, y conmemora a los musulmanes que fueron testigos de esta falsa religión con la muerte. Esto es total apostasía.

Pablo VI, Ángelus, 3 de agosto de 1969: “Veintidós mártires fueron reconocidos, pero habían muchos más y no sólo católicos. También los hubo anglicanos y musulmanes”[33].

Esta es probablemente la declaración más escandalosa que hemos visto respecto a la herejía de que existen mártires no católicos. Pablo VI dice que los musulmanes (que ni siquiera creen en Cristo o la Trinidad) son mártires, además de los anglicanos. Esto es realmente increíble y totalmente herético.

Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, 1441, ex cathedra:
“…además, todo aquel, no importando lo grande que hayan sido sus limosnas y obras de caridad, y no importando de que llegase a derramar su sangre por causa de Cristo, no puede salvarse si no se hallare en el seno y unidad de la Iglesia Católica”[34].
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Credo dogmático Atanasiano, 1439: “Todo el que quiera salvarse, ante todo es menester que mantenga la fe católica; y el que no la guardare íntegra e inviolada, sin duda perecerá para siempre…”[35].

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[5] The Papal Encyclicals, edición inglesa, Vol. 1 (1740-1878), p. 230.

[6] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 16 de noviembre de 1972, p. 1.

[7] The Papal Encyclicals, edición inglesa, Vol. 3 (1903-1939), pp. 313-314.

[8] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 11 de octubre de 1973, p. 10.

[9] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 20 de enero de 1972, p. 1.

[10] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 22 de diciembre de 1977, p. 2.

[11] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 18 de diciembre de 1969, p. 2.

[12] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 17 de diciembre de 1970, p. 7.

[13] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 14 de julio de 1977, p. 12.

[14] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 9 de octubre de 1969, p. 5.

[15] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 25 de diciembre de 1975, p. 5.

[16] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 12 de septiembre de 1974, p. 2.

[17] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 10 de octubre de 1974, p. 7.

[18] The Papal Encyclicals, edición inglesa, Vol. 1 (1740-1878), p. 238.

[19] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 11 de octubre de 1973, p. 4.

[20] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 14 de agosto de 1969, p. 12.

[21] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 11 de marzo de 1976, p. 12.

[28] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 21 de septiembre de 1972, p. 2.

[29] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 2 de octubre de 1969, p. 2.

[30] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 24 de junio de 1976, p. 4.

[31] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 22 de diciembre de 1977, p. 2.

[32] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 14 de agosto de 1969, p. 10.

[33] L’Osservatore Romano, edición inglesa, 7 de agosto de 1969, p. 1.

[34] Denzinger 714.

[35] Decrees of the Ecumenical Councils [Los Decretos de los Concilios Ecuménicos], edición inglesa, Vol. 1, pp. 550-553; Denzinger, The Sources of Catholic Dogma [Las Fuentes de Dogma Católica], edición inglesa, B. Herder Book Co. trigésima edición inglesa, 1957, no. 39-40.

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